Sólo lo corté, ya me había aburrido de ese estilo. Mismos gestos y palabras... ya casi ni me acordaba de lo feliz que era viendo aquellos dramas coreanos que tanto sentimiento transmiten. "Soy una oficial pública, no puedo hacer esto". Aquella frase me recordará siempre que después de eso aquel personaje se embriagaba hasta que por error una persona de mal carácter la atrapara en sus brazos. Aquel hombre que usaría para encubrir mis mentiras, una mentira que termino siendo verdadera, y con el paso del tiempo ya estaría llorando la ausencia de los cerezos hasta que ya no quedaran lágrimas.
Después de rechazar aquellas listas de compatibilidad y darme cuenta que no éramos iguales no dudé en recordar los cerezos de primavera, pero ya nada era lo mismo... ahora aquella mentira era verdad. Te mentí, me mentí y les mentimos a todos. Sin embargo, no cambiaría nada.
No soportamos la mentira, en lo más profundo de nosotros... siempre quisimos que fuera verdad, y desde aquel día prometimos recordar aquel asiento vacío lleno de pétalos de cerezo para luego en otoño no soportar su ausencia.
